Lupita Toriello de Ortiz

Guadalupe Toriello Soriano nació el 17 de junio de 1954 en México D.F. (54 años)

Se casó con Sergio Humberto Ortíz Juárez en 1969 y tuvieron dos hijos, Sergio el mayor (1970) y Miguel Angel el menor (1975)

A la fecha llevan 39 años de casados.

Desde que se casó, Lupita se ha dedicado de tiempo completo a su familia y al hogar

Los últimos diez años

Asiste a cursos de superación personal y espiritual
Asiste a grupos de oración
Un día promedio en la vida de Lupita

Levantarse, desayunar con su esposo, cocinar, leer y asistir a sus cursos y grupos de oración
Fines de semana, ir al cine, a museos, comer en la calle y visitar a la familia
(Voz de Sergio) Para variar, siempre olvidándonos de la persona más olvidada, y no sólo en nuestro caso, y digo más olvidada sólo como un decir, puesto que los tres adoramos a nuestra gran mamá, pero la realidad es que en casi todas las familias no reconocemos DEL TODO el grandísimo valor que tiene la mujer, ¡La mamá!, y es quien primero se levanta y quien hasta el último se acuesta a dormir, las mujeres y más las mamás son algo verdaderamente especial, yo sí lo percibo y por eso cada vez enfoco más mi trabajo en la gran valía que tiene la mujer en las sociedades para verdaderamente llevar a cabo un cambio significativo. Hablamos de que debemos enfocarnos en los niños para las nuevas generaciones, pero ¿Quién cuida de esos niños? por eso la gran importancia, repito, de apoyar a la mujer, pero bueno, eso ya es otro tema…

Mi mamá se casó verdaderamente niña, a los 15 años y me tuvo a los 16, por lo que crecí en un mundo mágico y de ilusión, mi mamá vive en un mundo maravilloso de ángeles y hadas, pero no es broma, es real, pero fantástico, yo tengo mucho de ella, siento que ella me ayudó a conectar mi cerebro a mi corazón.

Simplemente es una mujer común y corriente, pero hecha de una sustancia única en el planeta.

Su canción favorita:

Soñar lo imposible soñar.
Vencer al invicto rival.
Sufrir el dolor insufrible,
Morir por un noble ideal.
Saber enmendar el error.
Amar con pureza y bondad.
Querer en un sueño imposible,
Con fé una estrella alcanzar.
Ese es mi afán,
Y lo he de lograr,
No importa el esfuerzo.
No importa el lugar.
Saldré a combatir y mi lema será.
Defender la virtud aunque deba.
El infierno pisar.
Porque sé que si logro ser fiel.
A tan noble ideal,
Dormirá mi alma en paz al llegar.
El instante final.
Soñar lo imposible soñar.
Vencer al invicto rival.
Sufrir el dolor insufrible.
Morir por un noble ideal.
Saber enmendar el error.
Para amar con el más puro amor.
Querer en un sueño imposible.
Poder, una estrella alcanzar.
Luchar por un mundo mejor.
Perseguir lo mejor que hay en ti.
Llegar donde nadie ha llegado.
Y soñar lo imposible soñar.